Amaya Rivas |
Poder respirar cada día, disfrutar de los grandes placeres de la vida, conectar con tu cuerpo y decir GRACIAS por esta maravillosa experiencia que es el juego de la vida.
Vivimos muchas veces en automático, olvidando quienes somos, nuestra esencia y gran potencial.
Y es que cada día es una oportunidad para empezar de nuevo.
24 horas, 1440 minutos, son muchísimas oportunidades, momentos para que tu vida cambie, para transformarte, para recibir los regalos que el universo tiene guardados para ti.
Bendice los rayos del sol cada mañana y despídete cada noche con la magia de las estrellas.
Observemos la belleza de la naturaleza, aprendamos del reino animal, recibe las bendiciones de las flores y plantas.
El camino está lleno de retos, pruebas y grandes momentos por los que merece la pena seguir.
Nunca abandones el juego, nunca te abandones, pues tu alma decidió venir.
Eres tu cuerpo y mucho más, pero no lo descuides, es a través de él que estás viviendo la experiencia.
Agradece cada persona, cada lección y lágrima que te ha ayudado a crecer y ser quien eres ahora.
Nacemos para aprender, amar, amarnos, hagámoslo.