Amaya Rivas |
En este artículo vamos a profundizar en el potencial de esta pasada Luna llena y su mágica conexión a Júpiter en Tauro y Saturno en Piscis, estamos, ante una de las lunas llenas más hermosas del año,
Cuando la Luna Llena abraza a Capricornio, un signo regido por el elemento Tierra, la energía que fluye a nuestro alrededor se llena de una conexión profunda con lo tangible. Capricornio, el arquitecto celestial, el Dios del tiempo, nos ayuda a construir una base fuerte en nuestras vidas, basada en la estructura, la disciplina y la sabiduría.
Capricornio nos enseña que el éxito no llega de la noche a la mañana, sino que se construye día a día, piedra a piedra. En este evento lunar, la combinación de la Luna Llena y el trígono con Júpiter en Tauro trae una oportunidad de expansión y crecimiento en áreas relacionadas con la seguridad financiera, la estabilidad y el bienestar material. Júpiter, el gran benéfico, nos sonríe desde su posición en Tauro, recordándonos que nuestros esfuerzos serán recompensados y que el universo nos apoya en nuestro viaje hacia el éxito y la prosperidad.
Miremos hacia la cima con optimismo, con la confianza en nuestras capacidades, sabiendo que con el trabajo necesario, el éxito llega solo. La Luna Llena en Capricornio nos anima a buscar la disciplina, la organización y la determinación para alcanzar nuestras metas y sueños.
En este encuentro entre el Sol, la luna, Júpiter y Saturno, la energía capricorniana se fusiona con la generosidad y la abundancia de Júpiter en Tauro y el esfuerzo y madurez de Saturno en Piscis. La influencia de Tauro nos invita a encontrar la belleza y la gratitud en los placeres simples de la vida, recordándonos que el éxito no solo se mide en logros materiales, sino también en la armonía interior y en la conexión con la naturaleza.
Las luna llenas marcan un clímax en el área Capricornio de nuestra Carta Natal. Se trata de una nueva visión, un adiós en este caso, a algo que había creado una estructura en nuestro cuerpo o mente, en nuestras emociones, en definitiva, en nuestra vida.
Por eso, te invito a cuestionarte…
¿Qué estás preparado/a a desechar de tu vida que requería mucho esfuerzo?
¿Qué estás viendo de esta gran estructura llamada sistema?
¿Cuáles son esas nuevas bases sobre las que vas a construir una nueva estabilidad?
¿Para tí, qué valores ahora son importantes para poder lograr tus metas?